Estos elementos son los los causantes, del bloqueo de nuestra mente, que en su estado natural es pura.
APEGO
IRA (Rabia)
IGNORANCIA
EGO (Orgullo)
CELOS (Envidia)
Cada día, los cinco venenos, es decir las cinco emociones perturbadoras principales, surgen en nuestra mente en infinidad de veces, con más o menos fuerza. Para hacerles frente existen diversos métodos, de los cuales hacemos una reflexión a continuación.
DESEO Y APEGO
Los términos "deseo" y "apego" no se aplican únicamente a las relaciones entre hombres y mujeres, si no también a la atracción que ejercen sobre nosotros las riquezas, los alimentos, las ropas, los bienes materiales, los sonidos agradables, los perfumes, etc. Dejada de lado la atracción entre hombres y mujeres, no prestamos la menor atención a las otras clases de deseo. Sin embargo, todo movimiento nos lleva hacia los objetos de los sentidos - formas, sonidos, olores, sabores, objetos a tocar - son también deseos.
Cuando el deseo surge en nosotros, es necesario primeramente reconocerlo, después comprender que aunque el objeto deseado pueda proporcionar un cierto placer, éste se transformará un día en sufrimiento. El Buda dijo que abandonarse al placer, es como chupar la miel sobre el fijo de una navaja, una sensación agradable rápidamente seguida de dolor.
Esto no significa que no podamos jamás disfrutar de los atractivos de este mundo. Pero si el apego es muy fuerte, el sufrimiento será también muy fuerte. Si el apego es débil el sufrimiento será débil. Si chupamos la miel golosamente sobre el filo de una navaja de afeitar, nos cortaremos la lengua profundamente, si la chupamos prudentemente sabiendo que la hoja afilada se oculta bajo la miel, solo nos cortaremos ligeramente. De la misma manera, hay que saber disfrutar de los placeres del mundo con prudencia y moderación. Generalmente no sabemos respetar la mesura, porque no somos conscientes de que el filo se oculta bajo la miel. Muy atraídos por la miel, la chupamos sin moderación y nos herimos profundamente.
ODIO E IRA
Cuando caigamos bajo el influjo del odio o de la ira, reflexionemos así:
"Yo recuerdo que todos los sers han sido mi padre y mi madre, y desarrollo la paciencia y la compasión.
Cuando alquien se enfada conmigo, sufro.
Cuando me enfado con alguien, ese alguien experimenta un sufrimiento idéntico. Por el contrario, cuando alguien es amable conmigo, soy feliz. Para hacer a los demás felices, debo mostrar la misma gentileza que la que yo espero de los otros".
IGNORANCIA
La ignorancia es no saber lo que, desde el punto de vista espiritual, es beneficioso o negativo. El remdio es estudiar el Dharma, comprender la ley del karma, la naturaleza del espíritu, etc.
ORGULLO
El orgullo se apoya, para nacer en nuestra mente, en numerosos pretextos: la belleza, la fuerza, la riqueza, la cultura, la inteligencia, una cierta capacidad en un terreno u en otro. El orgullo reposa, de hecho, sobre una falta de reflexión. Si por el contrario reflexionamos, es fácil ver que existen personas más bellas que nosotros, más fuertes, más ricas, más cultivadas, más inteligentes o más capaces. Vemos entonces que creerse superior no es más que una estupidez.
Había una vez una rana que vivía en un pozo. Ella consideraba su morada como una gran extensión de agua que ninguna otra podía igualar.
Otra rana que habitaba al borde del mar, vino un día a pasar por allí, y de un brinco salto sobre el broncal para ver lo que había en el fondo del pozo:
-¿De donde vienes tu? Le preguntó la rana del pozo, viéndola en lo alto.
-Yo vengo del borde del mar, respondió la otra.
-¿El mar? ¿Cómo es de grande el mar?
-¡Oh, es verdaderamente grande!
-¿Grande como un cuarto de mi pozo? Preguntó la rana orgullosa, que no entendía muy bien lo que la otra podía querer decir con "muy grande".
-No, más grande.
-Entonces, ¿grande como la mitad de mi pozo?
Interrogó la habitante del lugar con un punto de incredulidad.
-No, más grande aún.
-¿Entonces, tan grande como mi pozo?
-No mucho más grande que tu pozo.
La rana pensó que su visitante se burlaba de ella. ¿Una extensión de agua más grande que su pozo? ¡Qué tontería! No obstante para estar completamente segura, le preguntó si podía ir a verlo.
La otra no vio ningún inconveniente, y las dos comadres llegaron saltando hasta la orilla del mar.
¡Pobre rana del pozo! Una inmensidad tal era demasiado para su mentalidad: apenas lo vio, se desmayó. Tal era su orgullo, que no pudo soportar que fuera más grande que su pozo.
El orgullo, nos hace sufrir y hace sufrir a los demás. Si efectivamente poseemos algunas cualidades, el orgullo no les añadirá nada. Y si no las tenemos, el orgullo no nos las dará.
LA ENVIDIA
Cuando ocurre que sentimos envidia de otra persona y experimentamos un cierto rencor por pensar que ella posee lo que nosotros no tenemos, o porque le sucede cualquier acontecimiento dichoso, es preciso considerar que nuestro descontento no tiene ningún sentido.
Al contrario, hay que cambiarse por el otro:
"Si yo estuviese en la posición de alguien a quienle sucede alguna cosa buena, ¿encontraría sentido a que otro me tuviera envidia? No. Entonces, por lo mismo, mis propios celos no son más que una estupidez.
Lo que de bueno le sucede a otro no es nada que a mi me haya sido quitado. Y si pudiese hacer que al otro le privaran de lo que tiene, esto no me aportaría para nada a mí.
La envidia no es más que un pensamiento que expresa la confusión de mi mente".
En resumen, se puedo considerar que existe un antidoto para cada veneno:
-Deseo y apego: reconocer que el placer es de la naturaleza del sufrimiento.
-Odio e ira: el amor y la compasión.
-Ignorancia: el conocimiento.
-Orgullo: considerar a los otros como superiores a uno mismo.
-Envidia: alegrarse de la felicidad de los demás
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